viernes, 27 de junio de 2014

¿Por qué las calles ya no huelen a HACHÍS?

Hay olores que, por la razón que sea, se quedan grabados en mis fosas nasales y en mi memoria y cuyo aroma recordamos aunque haya años que no los olamos. Es ver a los jardineros municipales del barrio cortar el césped y venirme a la cabeza un olor semejante al speed. ¡Dios! vaya noches de desenfreno me he tirado gracias a este polvo blanco, podía llegar a beberme toda la barra del bar y aguantar 1 mes entero de festivales de las mejores bandas de metal mundial. Hace años que no tomo nada de ese tipo de magia pero la verdad es que el olor del césped recién cortado me recuerda a mis tiempos de joven anfetamínico.

Sin duda alguna, el olor que marca tu adolescencia es el del HACHÍS. Mmm, ¡que rico!. Teníamos varios tipos según su calidad: apaleado, polen, chagüen, ketama..... Todas las calles estaban llenas de jóvenes tirando de mechero para hacerse un porro. La piedra del encendedor estaba más gastada que los pies de una octogenaria haciendo una peregrinación a Lourdes (que asco las tengo a estas viejas, un día las atropello). Pero...¿ahora? Sigo viendo chavales y sobre todo pre-puberes liándose unos petas más grandes que el miembro de Nacho Vidal, pero el olor ha cambiado, ahora huele a MARIHUANA.

La semana pasada el parlamento vasco ha decidido reunirse para aprobar una ley integral del cannabis que regule la actividad de clubes de porretas para acabar con la situación judicial en la que están estas asociaciones que cuentan con mas de 10.000 consumidores, aunque solo en Euskadi la cifra de consumidores de hierba es de más de 100.000. Hace años tenías que pillarle la mandanga al camello del barrio y no siempre estaba disponible, a veces te las veías canutas para pillar unos gramos de verde para el fin de semana. Gracias a los clubes tienes un lugar donde acudir, un horario y una regulación del consumo. Adiós al trabajo de camello, hola oficina de la maría.
Otra motivo del aumento de consumidores de esta planta es la creciente apertura de Grow-Shops (locales relacionados con artículos de marihuana y demás parafernalia. Hace años solo habíamos escuchado esa palabra gracias a algún amigo que había estado de vacaciones en Amsterdam. En estos locales puedes encontrar todo lo necesario para cultivar en casa o en exterior. Este es otro de los motivos por los cuales se ha hecho más famoso el consumo en la actualidad: yo me lo cultivo, yo me lo fumo, cosa que el hachís necesita un proceso de elaboración más elaborado mediante la extracción de la resina de la materia prima. (luego había gente que decía que si el apaleado tenia neumático o bolsas del Eroski quemadas, que si el polen contenía las famosas tiras del plátano, barniz, etc...).

¿Quién no ha intentado colar en el macetero de los geranios de la vieja 2 semillas de marihuana? Te miraban raro en casa porque pasabas más tiempo mirando el maldito tiesto que jugando a la Nintendo.
Finalmente se enteraban que era "droga" pero tú les decías que no era para consumir, si no porque quedaba bonito. Al de unos meses de plantar en el balcón siempre se tenía la misma conversación con los colegas: "joder, que me ha salido un macho y me ha fertilizado la hembra y ahora la he liado parda, tengo que separarlas porque si no los genes de una se trasplantan en otra y no florece...".Te convertías en 2 meses en todo un especialista en genética botánica por leer 1 ejemplar de la revista "yerba" y ver 3 briconsejos del coletas de Bricomanía.

No solo el mes de junio es noticia por la ley de regulación de las asociaciones canábicas de Euskadi, si no el resto del estado, ya que se está planteando desde Europa la legalización de las drogas blandas en determinados países, incluyendo también la prostitución. Según datos del Eurostat, España, Portugal e Italia verían incrementado su PIB entre un 1 y 2%. Ya lo flipo, toda la vida multándonos por fumarnos unos petillas y ahora quieren sacar tajada.  El habitual" café, copa y puro" se sustituirá por "red bull, puta y peta".


Y para terminar, dejad un poco de lado la maría y acordaos de ese amigo de la adolescencia que en tantos recreos y fiestas os acompañó: Apadrina un porro de Hachís, él lo haría por ti.

¿Que opináis vosotros piltrafillas? ¿Vuestro barrio también ha dejado de oler a chocolate?

















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